¿Tu imagen de marca es un logotipo o un imagotipo?

Qué es un logotipo

Es muy común escuchar a la mayoría de las personas utilizando el término logo o logotipo para hacer referencia al elemento gráfico y visual que representa a una marca. Pero en realidad esto no es del todo correcto. No todo lo que vemos como imagen de marca es lo mismo, ¿sabes qué es un logotipo y cómo se identifica en realidad?

Existen diferentes elementos visuales para representar a una marca, por lo que cada proyecto debe planificarse bien antes de empezar a diseñar. Ten en cuenta que gracias a este elemento visual el público identificará tu marca.

Observando las marcas más populares verás que algunas tiene un logo tipográfico (con solo texto), otras solo tienen un icono e incluso las hay que combinan las dos cosas. A lo largo de este post te explicaremos qué es un logotipo y qué tipos hay para que puedas identificarlos fácilmente y así elegir el que mejor se adapte a tus necesidades de marca e identidad corporativa.

Tipos de formatos para una imagen corporativa

A continuación, veremos los diferentes formatos que existen hoy en día desde el punto de vista del diseño para componer la representación visual de una marca: logotipo, imagotipo, isotipo, isologo.

Logotipo

Un logotipo es un símbolo gráfico que se utiliza para identificar visualmente a una marca, producto o empresa. No obstante, el logotipo va más allá de un simple diseño; se trata de un recurso diferenciador que utilizan las marcas para comunicarse con su audiencia.

Está compuesto por palabras o caracteres tipográficos y no llevan dibujos, iconos o imagen. Un buen ejemplo de logo es Google o Coca Cola; una palabra con su tipografía, reconocible por su público.

Como dato curioso, el logo de Google se creó en 1997 y fue en 2014 cuando se realizó el último rediseño significativo para simplificarlo y llevarlo hacia el flat design, tendencia por la que Google apuesta completamente. A día de hoy se ha convertido en un buen ejemplo de logo sencillo y minimalista.

Imagotipo

Este es un tipo de logo compuesto por una imagen y un texto, pero con un apunte especial...Y es que el texto nunca se coloca sobre la imagen, sino que va al lado, arriba o abajo.

Por tanto, se trata de dos elementos que al separarlos, el público puede identificar a la empresa sin dificultad. No obstante, lo habitual es ver texto e imagen juntas. Dos ejemplos claros de imagotipo son Adidas y Carrefour.

La imagen de Adidas presenta una forma geométrica abstracta y juega con tres formas diferentes (una la utiliza en la etiqueta, otra en las colecciones y otra en las categorías).

Isotipo

Está formado únicamente por un símbolo o dibujo, como la M de McDonalds o la manzana de Apple.

Este símbolo tiene que ser potente, ya que el usuario con tan solo ver esa imagen tiene que asociarlo rápidamente con la marca.  El isotipo es muy utilizado por marcas populares, que tienen un fuerte tirón y están posicionadas bien en el mercado. Si no es así, es difícil que el usuario asocie ese símbolo con la marca.

Isologo

El isologo está formado por texto e imagen. Pero, a diferencia del imagotipo, ambos elementos están unidos y no pueden separarse; por lo que las letras y las imágenes conforman un conjunto indivisible.

Aunque este es menos frecuente, encontramos algunas marcas famosas que lo utilizan como es el caso de BMW o Burger King.

Es cierto que Starbuck utilizó un isologo (nombre de la empresa y la imagen de la sirena) desde 1992 hasta 2011. Pero a partir de aquí decidieron renovarlo, eliminado la parte textual para darle un toque más atractivo.

Cómo elegir la mejor opción para tu marca

Antes de decidir qué tipo de logo encaja mejor con la filosofía de tu marca, es importante que tengas claro cuál va a ser esa marca. No podemos empezar la casa por el tejado, por lo que el primer paso es tener claro qué vas a transmitir con tu identidad corporativa.

Esta primera fase implica decidir el nombre de tu marca y, por supuesto, registrarlo para evitar posibles problemas en un futuro.

Una vez que esa primera fase está clara, hay ciertos aspectos en los que debes pensar para poder decidir cuál es el mejor símbolo para representar tu marca.

Qué tipo de imagen quieres

Es la primera pregunta que debes hacerte, y se trata de una cuestión muy subjetiva. En la decisión final entrarán en juego otros aspectos, pero si el proyecto es tuyo está claro que debes tener en cuenta tus gustos y afinidades.

En este punto, deberás decidir si quieres apostar por un logo descriptivo, aspiracional, emocional o inspiracional.

Utiliza uno descriptivo cuando tu logotipo, imagotipo o isologo no refleje claramente cuál es tu identidad. Por ello, se añade un texto descriptivo que refuerza a la imagen y al texto. Por ejemplo, JL Peluquero.

Si lo que quieres es dar una imagen aspiracional, debes representar los valores de tu marca, como el caso de la manzana de Apple; donde a través de un símbolo potente incitarás al usuario a aspirar a ese nivel.

En cambio, para dar una imagen emocional, no tienes que contar qué productos vendes o a qué se dedica tu empresa, sino que debes tocar las emociones del cliente. Para ello, se utilizan elementos gráficos y los más habituales son los imagotipos.

Por último, si lo que quieres es dar una imagen inspiracional, podrás utilizar en tus logotipo e imagotipos frases o eslóganes que inspire a los usuarios a conseguir sus objetivos. Suelen utilizarlo las marcas deportivas, ya que asocian el deporte con la superación personal.

Qué mensaje quieres transmitir con tu imagen

El mensaje que quieres transmitir va más allá de tus productos o servicios. En este caso nos referimos a los valores que quieres que los usuarios perciban al ver tu logotipo o tu imagotipo, por ejemplo.

Si tu empresa defiende valores tradicionales y clásicos no puede utilizar la misma tipografía que si su apuesta es firme por las tecnologías futuristas, por ejemplo. Del mismo modo el carácter con el que se espera tratar al usuario, o la filosofía empresarial también deben formar parte de tu logotipo.

Cuál es tu público objetivo

Una vez que tienes claro qué es un logotipo y todos los pasos que vas a dar para definir el tuyo, también debes analizar a tu público objetivo.

Del mismo modo que tu mensaje influye en el diseño final, también los usuarios a los que quieres captar como clientes van a tener un gran peso en la decisión. Deberás tener en cuenta los gustos de tu público y sus características particulares. Si es un público que le gusta el deporte, seguramente encajará bien un logo inspiracional que les motive y no uno descriptivo.

Estamos seguros que toda esta información detallada te ayudará a tomar la decisión correcta para elegir el mejor formato para tu imagen corporativa. Son muchos aspectos a tener en cuenta, pero dedicarle tiempo a esta cuestión es vital para lograr una imagen que te identifique y que sea fácilmente reconocible.

Recuerda que siempre puedes contar con un buen diseñador que te ayude a tomar este tipo de decisiones si no eres un experto en el sector. Y, no olvides, que todo empieza por una marca, y esta debe estar correctamente registrada para poder ser el pilar básico de tu identidad corporativa.

 

Author: Edith Gómez

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