Preguntas Frecuentes - Diseños Industriales

Este punto es crucial a la hora de idear la estrategia de protección de sus diseños industriales. Teniendo en cuenta que la novedad y la singularidad son requisitos que se exigen en la gran mayoría de oficinas del mundo, es altamente recomendable que la solicitud del diseño se presente previamente a su divulgación, o de otro modo, puede que se considere que ya se halla en dominio público y se le deniegue el registro.

Si el diseño industrial ya ha sido divulgado al público (por ejemplo, mediante un anuncio publicitario publicado en el sitio web de la empresa), es posible que ya no pueda ser considerado “nuevo” u “original” y que pase a formar parte del dominio público. Sin embargo, algunos países contemplan un “plazo de gracia” para presentar la solicitud después de la divulgación del diseño industrial. Ese plazo constituye una salvaguarda para los solicitantes que hayan divulgado su diseño industrial antes de presentar una solicitud, y suele ser de entre 6 o 12 meses.

Si. En el ámbito de diseños industriales, la prioridad funciona de manera idéntica a como funciona en marcas. 
La presentación de la primera solicitud de un derecho de Propiedad Industrial en un país miembro del Convenio de París, da lugar al nacimiento de un Derecho de Prioridad. En la práctica, el derecho de prioridad otorga un plazo durante el cual, si se presentara una segunda solicitud idéntica en un país miembro del Convenio, sería posible reconocer a ambas, a todos los efectos, la fecha de presentación de la primera solicitud.

Solicitar un diseño con prioridad (en los países donde esta se contemple), otorga cierto periodo extra en el que el solicitante puede extender la protección de su diseño a países de su interés, pudiendo así evitar objeciones en base a falta de novedad del diseño.

La prioridad sólo puede reclamarse dentro de los países miembros del Convenio de París. Las solicitudes siguientes tienen que ser idénticas a aquella sobre la que se va a reivindicar la prioridad, es decir, el diseño, propietario y autor (si se requiere) han de coincidir y no se permiten cambios.